Son 27 kilómetros cuadrados de tranquilidad en los que viven 700 habitantes. Un remanso de paz para la desconexión total. La Graciosa es la isla más grande del llamado archipiélago Chinito, que incluye Alegranza, Montaña Clara y los Roques del Este y del Oeste, y desde 1992 forma parte de una de las reservas de la biosfera de la UNESCO.
Ni andando, ni en bicicleta ni haciendo autostop. La única forma de llegar a La Graciosa es en ferry. Hay muchas compañías que operan y realizan el viaje desde Puerto Órzola a la isla de La Graciosa con una frecuencia estimada de unos treinta minutos.
Un Parque Natural debe recorrerse de una manera totalmente sostenible que implique un impacto cero en el medio ambiente. En Caleta del Sebo, el principal municipio de la isla y al que llegan todos los transbordadores, encontrarás múltiples opciones para descubrir este paraíso.
Si te estás planteando hacer algo más que recorrer la isla en busca de un rincón que te enamore desde el que puedas disfrutar del agua turquesa y de un buen bronceado, ¡sigue leyendo!
Patatas arrugadas con mojo, gofio escaldado y pescado fresco del mar. En La Graciosa, más concretamente en Caleta de Sebo, podrás degustar la gastronomía más local y sabrosa.
Si su visita a la isla es solo para un día, le recomendamos que reserve una mesa tan pronto como llegue (o antes de ir) para asegurarse un plato de comida. Ten en cuenta que la oferta gastronómica es muy ajustada para todas las personas que llegan todos los días a La Graciosa.
Una isla casi desierta, un entorno natural como La Graciosa, es el lugar ideal para los amantes de la fotografía: luz natural, tierra, sol y agua. ¿Qué otro ingrediente necesitas para hacer retratos cinematográficos?
Contemplar el paisaje que te rodea en La Graciosa es su gran y principal atractivo, pero hay algo casi igual de maravilloso que se esconde bajo el mar.
Si te gusta el snorkel o el buceo, te encantará descubrir la reserva marina más grande de Europa: cuevas, túneles, biodiversidad y una gran visibilidad gracias a las aguas cristalinas.
Es toda una aventura. Si quieres pasar una noche casi en la playa, cenar con vistas al mar y contemplar las estrellas sin ningún tipo de contaminación lumínica, aprovecha tu visita a La Graciosa. Eso sí, reserva con antelación, ya que sabes que la isla no es muy grande y las camas están numeradas.
Una pequeña isla de la que podrás disfrutar de muchas maneras. Por supuesto, si nos lo permites, aquí tienes algunos consejos (importantes) para visitar La Graciosa:
Tus dos grandes aliados a la hora de decidir viajar a la isla son la crema solar y la gorra. Esta última opción es muy recomendable si te alejas de Caleta del Sebo. La isla es tan natural y desértica que te será muy difícil encontrar una sombra donde refugiarte.